
Valencia, 18 feb (EFE).- El entrenador del Valencia Basket, Rubén Burgos, admitió que le duelen las acusaciones de recibir ayudas arbitrales que realizó el pasado domingo el técnico del Spar Girona Roberto Íñiguez porque dijo que no son ciertas y que, además, suponen un menosprecio al trabajo de su plantilla.
En una rueda de prensa, el técnico dijo que “jode” que haya esas acusaciones. “El alto porcentaje de victorias no es por ayudas y decirlo desmerece el trabajo de nuestras jugadoras y de mis compañeros del ‘staff’”, apuntó.
“Nuestras jugadoras sudan mucho la camiseta. Sabemos lo que nos cuesta ganar ante rivales que van al 200%. Ganan porque se esfuerzan mucho y porque juegan muy juntas y porque tenemos una afición que nos empuja”, señaló.
Burgos dijo que son “afortunadas” porque gracias a la aportación de los mecenas del club, Juan Roig y Hortensia Herrero, tienen “medios, condiciones y presupuesto” pero no conseguimos las cosas por ayudas sino por el trabajo y el buen día a día de las jugadoras”.
El técnico dijo que es “normal” que se hable de su presupuesto como se hace con otros clubes pero que es “hablar por hablar” y señaló que, sobre todo, además de poder pagar bien a las jugadoras como otras entidades, les da instalaciones, medios para entrenarse y la posibilidad de un segundo equipo en la Liga Challenge.
Burgos agradeció que el club haya trasladado su malestar. “Seguro que lo han hecho mejor que yo”, señaló.
Íñiguez fue expulsado en el partido del domingo en Fontajau entre el Spar Girona y el Valencia Basket tras dos técnicas. Después de la segunda entró hasta mitad de la pista y recriminó airado y muy cerca de uno de los árbitros que no hubiera señalado una supuesta falta a su jugadora en la canasta que acababa de lograr.
En la sala de prensa, tras la victoria del Valencia por 80-88 que le dio el liderato que ambos se jugaban, Íñiguez compareció en la sala de prensa para «pedir excusas» por su reacción. «Creo que el momento en el que pitan la segunda técnica es injusto, porque lo único que le pido es un 2+1 y luego mi reacción es muy mala. Creo que no es merecida, pero mi reacción no es adecuada», señaló.
«Me han venido muchos fantasmas del partido de Valencia y estaba viendo algo parecido. Para mí es algo que es muy difícil de aceptar porque somos competidores e intentamos hacer el mejor trabajo posible y cuando algo que no está en nuestro control nos afecta así pues perdemos el control», explicó.
«Voy a decirlo muy claro pero sin exponerlo, porque podría hablar del campo atrás cuando nos ponemos a tres, los pasos, lo otro, lo otro, el 2+1… es que ha habido cantidad de acciones en momentos muy importantes del partido. Lo voy a decir con todo el respeto que le tengo al presidente del Valencia Basket (por Roig) y sobre todo por el respeto que le tengo a Rubén (Burgos), que es entrenador, amigo mío y persona que empezó conmigo. El Valencia no necesita esto», deslizó. EFE