El comercio exterior es, según describe Noelia, un sector en el cual es imprescindible tener desarrollada la capacidad de adaptación. En ese marco, entre otras cosas, cuenta cuáles pueden ser los ejes que determinan el futuro del rubro, las características indispensables para tomar este tipo de responsabilidades y el impacto de su trabajo en el bolsillo de los consumidores.
Hoy en día está muy fuerte todo lo vinculado a la sustentabilidad, negocios que sean más amigables con el medio ambiente. El tema es que nosotros estamos en una parte del mundo donde eso no está regulado. Por lo tanto, en ese camino, en esta región estamos en una etapa muy incipiente.
La otra tendencia que avanza a pasos agigantados es la inteligencia artificial. Respecto a esta tecnología, en América Latina pasa lo mismo que con la sustentabilidad, estamos dando los primeros pasos, por lo que actualmente son muy pocas las empresas que ya la están implementado en sus procesos.
Pero, a pesar de que todavía queda mucho por avanzar en relación a la inteligencia artificial, las personas del rubro ya nos encontramos en la posición de tener que ver qué ideas podemos incorporar para su implementación, qué nuevas herramientas podemos acercar a las compañías para aportar soluciones.
El aporte de un responsable de logística es justamente la administración de todos los recursos para que la cadena de suministro se vuelva eficiente, que la compañía para la cual trabaja sea lo más rentable y lo más competitiva posible, y acercar al mercado productos que no estén afectados por desvíos de costos que tengan que ver con una mala gestión.
Nosotros tenemos que articular esa gran cadena de proveedores. Para eso tenemos que tener una visión completa, tenemos que entender que para obtener buenos resultados, las finanzas son parte del proceso, al igual que lograr un buen desarrollo de producto, entre otras cosas.
Nuestra tarea es ser el nexo entre la parte financiera y la parte comercial de las empresas, con el objetivo de mejorar todo y que el producto cuando llegue sea el correcto y al mejor costo posible, para que la gente pueda beneficiarse de todo eso.
Creo que sería injusto comparar Europa con nuestra región, porque somos diferentes desde el punto geográfico, cultural, del de los mercados. Incluso las personas se comportan diferente. En Latinoamérica tenemos muchas cosas por mejorar pero también tenemos un mercado joven y populoso que genera también una gran oportunidad. Es decir, cualquier desventaja que se puede mencionar de esta región, creo que hoy está más asociada a una oportunidad que a una ineficiencia.
Creo que las compañías multinacionales también lo ven de esa manera, porque generalmente en Latinoamérica hay mercados que pueden ofrecer un crecimiento mucho más fuerte y sostenido que los mercados europeos, donde la demanda en muchos casos ya está estable.
Creo que la habilidad a desarrollar en este rubro es la adaptabilidad. Es importante no tener miedo a los cambios repentinos, ahí está la base de todo. Después, las habilidades duras son cosas que todos podemos desarrollar. Pero es indispensable poder administrar esa adrenalina que aparece cuando las cosas no salen como yo espero, porque generalmente no salen todo de manera ideal y ahí está la clave de nuestro trabajo.
En este rubro te encontrás con un mundo a descubrir todos los días. Hay que entender que no se puede tener el control sobre una cadena donde intervienen cientos de personas en diferentes puntos del planeta en los que vos no estás. Ahí, a la vez, radica la magia, en el hecho de saber que vos te podés materializar y coordinar la logística para traer una mercadería que después va a estar en una góndola o en una cadena productiva.
Para mí un desafío muy importante en este rubro es tener siempre la capacidad de pensar siempre afuera de los límites. Tenemos que tener un enfoque más global, porque si nos quedamos enfrascados en el día a día y en cómo solucionar un problema en particular o haciéndolo con las recetas que funcionaron en algún momento, nos estamos limitando.
Intento transmitir eso a las personas que eligen meterse en este rubro. Es un mundo que quizás, para mucha gente, resulta confuso. Por eso es tarea de todos los que formamos parte del mismo seguir dándolo a conocer y fomentarlo.
Mientras tanto, el desafío de cada profesional del comercio exterior debe ser mantenerse curioso. Eso es lo que nos va a permitir innovar y hacer la diferencia en el futuro.