Es crucial tener un botiquín de emergencia bien equipado. Este debe incluir elementos básicos de primeros auxilios como vendas, gasas estériles, cinta adhesiva médica, alcohol, antiséptico, tijeras, pinzas, guantes desechables, analgésicos, antiinflamatorios y medicamentos personales. Además, es esencial contar con una linterna con baterías de repuesto, un radio portátil a pilas, baterías adicionales, un silbato, agua embotellada, alimentos no perecederos, una cobija térmica, un kit de higiene personal, una lista de contactos de emergencia, copias de documentos importantes, una multiherramienta o navaja suiza, cuerda resistente, máscaras de polvo y dinero en efectivo.
Estos elementos asegurarán que se puedan proporcionar cuidados médicos básicos y mantener la supervivencia mientras se espera la llegada de ayuda. Tener un botiquín bien preparado puede marcar una gran diferencia en las primeras horas críticas después de un temblor, proporcionando lo necesario para atender heridas, mantenerse informado y protegido, y cubrir necesidades básicas hasta que se restablezcan los servicios.