El disidente Pedro Urruchurtu Noselli denunció que este sábado por la tarde, poco antes de las 19:00 hora local, funcionarios encapuchados de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (DAET) se presentaron en las inmediaciones de la Embajada argentina en Caracas con armas largas y rodearon la sede diplomática.
Los agentes de la dictadura chavista también cortaron los accesos en la calle, en un nuevo intento por intimidar a los seis opositores que, desde hace meses, están recluidos en el lugar bajo asilo político por la persecución del régimen de Nicolás Maduro.
El Comando con Venezuela, que nuclea a la oposición, enseguida alertó al mundo de lo que estaba ocurriendo y exigió el cese de estas acciones. “¡Basta YA de persecución!”, escribieron junto a un video en el que se va a una patrulla con las luces encendidas, estacionada frente al establecimiento.
El último incidente de este estilo ocurrió en septiembre, cuando la situación escaló a nivel diplomático, tensándose incluso el vínculo con Brasil.
El 6 de aquel mes por la noche, la Plataforma Unitaria Democrática denunció que el grupo de disidentes estaba siendo víctima de asedio por parte de oficiales de las fuerzas de seguridad chavistas, que se presentaron con patrullas, encapuchados y armados. Las acciones se mantuvieron durante toda la noche y entrado el sábado, cuando los opositores sumaron que, para entonces, estaban sin luz.
“6:30 am. En la Embajada de Argentina en Venezuela custodiada por Brasil, estamos con la electricidad cortada y con los accesos a la sede tomados”, advirtió Magalli Meda, jefa de campaña de María Corina Machado para las últimas elecciones, víctima de esta persecución.
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