El presidente Javier Milei encabezó un acto este sábado para oficializar el nuevo nombre del Centro Cultural Kirchner, que desde hoy se llama Centro Cultural Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento, según el Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) publicado este último jueves por el Poder Ejecutivo en el Boletín Oficial.
El relanzamiento comenzó a las 19 horas y se realizó en presencia de todo el Gabinete nacional. El Presidente llegó al edificio apenas unos minutos antes, acompañado de su novia Amalia “Yuyito” González. Entre funcionarios e invitados especiales, se estima que asistieron cerca de 100 personas.
El mandatario aprovechó el acto para hablar principalmente del conflicto universitario luego de que el Congreso ratificara esta semana el veto presidencial a la ley que otorgaba mayores fondos a las casas de altos estudios. Durante su discurso aseguró que no quiere cerrar las universidades y volvió a apuntar contra los rectores.
“Hola a todos, bienvenidos a uno de los primeros pasos para cambiar la historia. Historia que quisieron prostituir cambiando los nombres, ensuciando a los grandes héroes de esta patria. Es un placer estar aquí con todos ustedes inaugurando el Palacio de Libertad, Domingo Faustino Sarmiento”, comenzó diciendo el jefe de Estado en su discurso.
Y continuó: “Quizás para algunos sea solo un simple cambio de nombre, pero para nosotros es el inicio de una nueva etapa donde enaltecemos la figura de nuestros más grandes próceres y símbolos nacionales para dejar atrás el culto a los políticos que arrastraron al país a la decadencia y a la humillación”.
En su exposición, Milei explicó que eligió esta fecha para inaugurar el centro cultural para conmemorar que este sábado se cumplen 156 años de la asunción de Domingo Faustino Sarmiento al gobierno. “Su presidencia se encuadra dentro de las más importantes de nuestra historia, porque fue fundamental para la consolidación de nuestra nación”, dijo el mandatario justificando la elección del nuevo nombre.
Tras hacer un breve repaso por las metas conseguidas por el prócer durante su gestión, el Presidente enumeró algunas de las problemáticas actuales que tiene el país en el ámbito educativo e hizo hincapié en los resultados que arrojaron las pruebas Aprender de 2023. En este sentido, señaló que “se está poniendo mal el foco” en el debate sobre la educación, haciendo referencia al conflicto actual en torno al financiamiento de las universidades públicas.
“La verdad incómoda de la educación argentina es que la Universidad Pública Nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta y los ricos, la clase media alta”, arremetió el jefe de Estado. Luego siguió: “En un país donde la gran mayoría de los niños son pobres y no saben leer, escribir ni realizar una operación matemática básica, el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres hacia los ricos, cuyos hijos son los únicos que llegan a la universidad con los recursos, la cultura y el tiempo común para poder estudiar. La universidad ha dejado de ser una herramienta de movilidad social para convertirse en un obstáculo para la misma”.
Javier Milei aseguró que, si los que defienden las universidades “verdaderamente creyeran en la movilidad social”, tomarían el ejemplo de Sarmiento y defenderían una educación inicial de calidad para todos. “Y además, podrían permitir que se los audite”, cuestionó.
En su discurso, el Presidente también negó tener la intención de cerrar las universidades públicas: “Acá no está ni en juego la cuestión de la universidad pública y gratuita. No está en juego, no está en discusión, no es parte de la discusión. La parte de la discusión es que los recursos son escasos y bajo cualquier consigna siempre robar está mal. Por eso los queremos auditar. No porque queramos cerrar las universidades como le mienten a la gente, sino porque además la queremos cuidar, cuidando los recursos. Y para eso hay que auditarlas”.
Esta semana fue clave para el Gobierno, que logró una importante victoria parlamentaria al lograr ratificar el veto de Milei a la ley de financiamiento universitario que otorgaba mayores fondos a las casas de altos estudios. Durante la sesión el oficialismo logró sostener la decisión del Presidente, con 160 votos afirmativos, 84 negativos y 5 abstenciones.
El resultado de la votación provocó que los gremios docentes realizaran un paro total en todas las universidades públicas del país este jueves y convocaran a otro para la próxima semana. En paralelo, los movimientos estudiantiles extendieron las tomas de los establecimientos educativos y tienen planificado profundizar el plan de lucha, realizar asambleas y tomar los edificios de las diferentes facultades.
El CCK fue inaugurado el 21 de mayo de 2015 por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien destacó que la refacción del edificio era un “sueño” de su esposo, el expresidente Néstor Kirchner. El edificio, considerado Monumento Histórico Nacional desde 1997, ha sido un importante centro cultural desde su apertura.
Luego, el centro cultural también fue utilizado bajo el gobierno de Mauricio Macri, como en la cumbre del G-20 que se hizo en Buenos Aires, en 2018. En dicha administración, el entonces titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi, fue uno de los impulsores en el cambio de denominación. E incluso precisó, en un programa de Almorzando con Mirtha Legrand: “A mí me gusta Centro Independencia, le sacaría la palabra Cultural, (sería) un centro de contenidos públicos”.
El nuevo Centro Cultural Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento ubicado en Sarmiento 151, se edificó tras la aprobación en 1888 de un proyecto para realizarlo, presentado por el expresidente, Miguel Juárez Celman. El diseño fue del arquitecto francés, Norbert Maillart, con el objetivo de convertirlo en la sede del Correo Central. Finalmente, en 1928 abrió sus puertas por medio del presidente Marcelo T. de Alvear, después de una reformulación de la iniciativa en 1908. Y por lo cual se inauguró recién 20 años después.
El edificio cuenta con 100 mil metros cuadrados de superficie y una infraestructura “a la altura de los centros culturales más importantes del mundo”. Además, tiene un Auditorio Nacional, que posee una capacidad para 1750 espectadores y un escenario de 250 metros cuadrados.