Alrededor de un millón de personas han abandonado sus hogares en los últimos días en el Líbano a consecuencia de la campaña de ataques sin precedentes que Israel mantiene contra el sur y este del país, y los suburbios de Beirut. Se trata, de hecho, de “la mayor operación de desplazamiento en Líbano en toda la historia”, según explicó en rueda de prensa el primer ministro libanés, Najib Mikati. Los bombardeos se producen de madrugada y este jueves han causado seis muertos en el barrio de Al Bashura en Beirut, aunque por el día la situación “vuelve a la normalidad”, cuenta a Infobae España desde Beirut la médica Beatriz Khater, que trabaja en el Hospital Americano en la capital.
“Aparte del miedo y la tensión que se vive de noche, que es cuando los israelís mandan mensajes a la población pidiendo que nos alejemos [de edificios y zonas que el grupo armado chiita de Hezbollah utiliza “para almacenar armas”] y escuchamos ese ruido sordo de las bombas que te despierta, luego durante el día la situación es medio tranquila, aunque en el sur de Líbano debe ser mortal”, explica Khater. “Tratamos de seguir haciendo las cosas que hay que hacer”. No obstante, los colegios y las universidades en la capital libanesa llevan dos semanas cerrados y aún no se sabe cuándo volverán a abrir.
Su mayor temor es a la hora de viajar en carretera, asegura esta mujer de madre española y padre libanés que ha pasado casi toda su vida en Líbano, pues “no sabes si en el coche que va delante de ti hay un miembro de Hezbollah y le van a atacar y te puede tocar a ti también como daño colateral”.
Respecto a las personas que se están desplazando desde diferentes puntos del país a Beirut, muchas de ellas han encontrado refugio en colegios o en locales donde se celebran eventos culturales, mientras que otras permanecen en la calle en sus coches. Diversas ONG han denunciado la falta de servicios básicos en los albergues y una escasez de espacio que en algunos casos obliga a alojar a varias familias en una misma aula. Además, explica Khater, también quien se está aprovechando de la situación para alquilar pisos “a precio de oro” a quienes buscan lugar un lugar más seguro en la ciudad.
En conversación con este periódico días atrás, Khater aseguraba que no se va a marchar del país y, pese a la escalada de tensiones, sigue manteniendo esa postura: “Soy médica y se me necesita aquí”. La situación en los hospitales de la capital, de hecho, ya es complicada desde hace un par de semanas, cuando los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah entraron en una nueva etapa de intensidad a raíz de las explosiones simultáneas de miles de aparatos de comunicación en manos de integrantes de la formación libanesa y varios de sus altos mandos fueron asesinados cerca de capital. A consecuencia de esos ataques que dejaron más de 80 muertos y 3.000 heridos en el Líbano, explica que en el Hospital Americano tuvieron que realizar “amputaciones y cirugías especializadas, ya que había personas que perdieron los ojos” al explotarles en el rostro esos dispositivos.
Ante este segundo ataque lanzado por Israel en el centro de Beirut la pasada madrugada, el Gobierno de Pedro Sánchez ha enviado dos aviones del Ejército del Aire para evacuar a unos 500 españoles de los cerca de un millar que se encuentran en el Líbano, que cuenta con una población de unos 6 millones de habitantes.
Entre los evacuados, además de españoles y algunos familiares libaneses, también viaja parte del personal de la Embajada española, que quedará reducido al mínimo indispensable, y algún ciudadano de otros países, según fuentes diplomáticas, a la espera de que se conozcan todos los detalles de quienes han salido de Beirut una vez lleguen a España. Con estos dos vuelos, según ha indicado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en la red social X, “concluye con éxito el operativo actual iniciado y coordinado por Exteriores”.
En los últimos 20 días Israel ha lanzado una serie de ataques contra los principales bastiones de Hezbollah, que han dejado ya más de un millar de muertos, además de un millón de desplazados internos, según datos oficiales. Uno de esos ataques al máximo líder de la formación, Hasán Nasrala, a las afueras de Beirut.
Las hostilidades en la región estallaron, sin embargo, después de que Hamás lanzara el 7 de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y más de 240 rehenes. El Ejército israelí inició entonces una cruenta campaña militar contra Gaza que se salda por el momento con más de 41.000 muertos.